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sábado, 17 de diciembre de 2011

Estrategias Anti-Crimen: Ciudades Fortificadas


Hacia el 2006 en el área metropolitana Nuevo León, los carteles controlaban cien por ciento a casi todas las policías locales, muchos alcaldes e inclusive funcionarios estatales. Con apoyo de agentes de transito, taxistas y vendedores ambulantes que les apoyaban como halcones, los sicarios del cartel de los zetas podían impunemente secuestrar, extorsionar, asesinar, controlar la venta de drogas y estupefacientes, desarrollar giros negros como la prostitución y otros. Los carteles criminales se habían establecido como un gobierno de facto en la entidad ante la pasividad que por décadas habían practicado las autoridades locales. 

Para poder hacer frente a una compleja y vasta red criminal que ha tomado control de territorios, una de las estrategias utilizadas por los estados es el concepto de Ciudad Fortificada, la cual se logra por medio de la instalación de cuerpos militares dentro de zonas controladas por el narco y que eventualmente llegan a reemplazarles como fuerza de poder local disuasiva permitiendo entonces que las fuerzas policiacas locales, municipales y estatales dejen de ser leales a los carteles y puedan ser completamente limpiadas de infiltración criminal y reconstruidas mientras se trabaja en reconstruir el tejido social y atacar de fondo las causas que permiten el reclutamiento y la expansión de las actividades criminales.  

No es una estrategia nueva, durante el Imperio Romano los cesares construían pueblos fronterizos reforzados para poder hacer frente a los continuos ataques de las tribus germánicas y otros pueblos barbaros que secuestraban y asesinaban a pobladores con la anuencia de jefes locales cuyas lealtades no siempre estaban con Roma sino con los propios bárbaros.

Una primera fase inicia con la incursión de fuerzas militares y Policía Federal hacia la zona de influencia del cartel recolectando inteligencia y arrestando criminales, lo que genera una respuesta violenta de los criminales con el apoyo de la policías municipales y estatal controladas por el narco:  los zetas despliegan una red de informantes llamados Halcones para monitorear los movimientos de las fuerzas federales, proceden a asesinar funcionarios locales sospechosos de apoyar al ejercito, Marina y Policía Federal, luego los sicarios asesinan alcaldes, secretarios de seguridad, jefes policiacos, tránsitos, para desesperadamente tratar de mantener su control táctico sobre la ciudad y continuar operando. 



También responden bloqueando cientos de calles, robando cientos de automóviles y quemando autobuses en plenas calles de Monterrey mientras las policías municipales y estatales controlados por ellos se esconden, así intentan que la ciudadanía responda pidiendo la salida del ejercito y fuerzas federales, inclusive llegan a contratar grupos de personas para armar “protestas” contra la presencia del ejercito. 

Mientras el gobernador y los alcaldes, acobardados y silenciados por crimen, no se atreven a salir a dar explicación al respecto de lo sucedido con sus fuerzas policiacas. Los hechos se documentan ampliamente en periódicos, las organizaciones ciudadanas locales como la CAINTRA y otras protestan enérgicamente lo mismo que lideres locales. 




Al mismo tiempo que las fuerzas militares penetran el área de influencia de los carteles criminales y comienzan a arrestar y combatirlos, también perturban sus operaciones diarias con retenes múltiples en toda la ciudad y otras operaciones de vigilancia. Se retiran los mandos policiacos coludidos con el crimen junto con cientos de policías que no pasan pruebas de confianza. Se instalan centros operacionales de coordinación policiaca entre las distintas fuerzas para pronta respuesta a crisis de violencia en partes estratégicas de la ciudad.

Otra parte muy importante de la estrategia local es la concientización de la población para crear una cultura de denuncia ciudadana, así muchos ciudadanos se involucran de manera anónima colaborando con valiosa información para las fuerzas federales que muchas veces ayuda a lograr importantes capturas, rescates de personas secuestradas o decomisos de drogas.


En fases posteriores, el concepto de Ciudad Fortificada se expande a otras zonas eliminando capacidad de movimiento y operación de los carteles así como su fuerza de disuasión permitiendo a las autoridades locales comenzar a recuperar el control y la seguridad de sus comunidades mediante la preparación de fuerzas locales certificadas y esquemas de seguridad que impidan que los carteles vuelvan a posicionarse como un gobierno local de facto.

Creación de la Primera Policia Acreditable del Pais

Los elementos policiacos de la nueva policía del estado llamada Fuerza Civil responden a los estándares nacionales aprobados por el consejo de seguridad nacional. 
Fuerza Civil inicia con apenas alrededor de 500 elementos ya operando en las calles, policías que fueron capacitados y certificados al cien por ciento y que colaboran directamente con las fuerzas federales en la estrategia de para desmantelar los carteles criminales. Fuerza Civil cuenta con su propia academia de capacitación y certificación con apoyo del Gobierno Federal donde continua entrenando a mas elementos que se incorporaran a las operaciones.

Estos policías están equipados completamente, cuentan con un pasado criminal limpio y han pasado todo tipo de pruebas de confianza y perciben ingresos salariales de entre 15 a 20 mil pesos mas amplios beneficios como seguro de vida, apoyos con becas a sus hijos, etc. 
Esta fuerza cuenta con tres unidades: Unidad de Análisis Táctico e Inteligencia, a la que solo pueden acceder personas con estudios de licenciatura, la Unidad de Preparatoria e Investigación y la Unidad de Operación. Los elementos cuentan ademas con becas y plan de carrera policial. 
En la integración del consejo que gobierna este proyecto ademas participan en conjunto con el gobierno estatal y federal, organizaciones ciudadanas y universidades.  

El objetivo del gobierno estatal es integrar dos mil elementos a Fuerza Civil cada año hasta lograr el control policiaco y de seguridad de toda la entidad bajo este esquema, para cuando los objetivos de este programa se hayan cumplido las fuerzas militares habrán salido de la ciudad dejando que las autoridades locales y sus reconstruidas instituciones de seguridad recuperen el control de sus ciudades.