google-site-verification: google73c5015e9866507b.html

martes, 3 de enero de 2012

Gonzalo Rivas Cámara y la Hipocresía de las Organizaciones de Derechos Humanos

R-GAS-STATION-FIRE-large570Cuando las policías estatales y federal intentaron desalojar a los normalistas de Ayotzinapa, en la Autopista del Sol, dos normalistas murieron. Acto seguido, Javier Sicilia, Human Rights Watch, La CDNH, LaComisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero, la Unión Europea, Universidades del país entero y un sinnúmero de organizaciones se alzaron en fuertes protestas contra el estado de Guerrero y el Gobierno Federal y demandaron justicia para los dos normalistas muertos.  

Durante la “protesta” que realizaban los normalistas de Ayotzinapa, los “estudiantes normalistas” incendiaron una gasolinera y un empleado de la misma intentó detener el incendio sufriendo múltiples y graves quemaduras en su esfuerzo por detener el fuego, Gonzalo Rivas Cámara moriría semanas mas tarde, el primero de Enero del 2012 en un hospital a causa de las quemaduras de tercer grado y casi en el anonimato, ignorado por todas mismas instituciones y personajes que protestaron por la muerte de los dos normalistas varias semanas atrás. Una demostración de una doble moral que no se puede entender en personas e instituciones que claman defender los derechos humanos de los ciudadanos.
1GASOLINAZOGonzalo Rivas deja una esposa y dos hijas con un futuro incierto y triste, victimas directas de la criminalidad e impunidad de la que gozan los normalistas. A diferencia de estos vagos holgazanes, Gonzalo Rivas no era un vándalo, era un ciudadano común y corriente, un empleado que trabajaba para sustentar a su familia, una persona responsable de su trabajo y obligación, una persona acostumbrada a ganarse el pan con dignidad y entereza y con respeto a la ley ya sus conciudadanos, algo que los normalistas de Ayotzinapa no parecen conocer.
Sin embargo, ni para Gonzalo Rivas, ni para su esposa e hijas hay derechos humanos que valgan, no hay ni existe comisión nacional o estatal de derechos humanos que proteste, que exija justicia, ni la UNAM ni ninguna otra institución se va a preocupar. 
JavierSicilia_IVNo importa, pues como ni Gonzalo Rivas ni su esposa ni hijas son violentos vándalos, como no se dedicaban a quemar autobuses en las calles, como no bloquearon nunca avenidas ni incendiaron gasolineras, como sabían armar bombas molotov y no eran capaces de aventarlas a la autoridad o a los transeúntes o a alguna sucursal bancaria o alguna tienda, pues no son merecedores de la atención de estas “organizaciones de derechos humanos”, no merecen ni una sola mención en sus paginas web. Para Javier Sicilia, para HWR, para la CDNH, para la UNAM, no es políticamente correcto defender los derechos humanos de un ciudadano común y corriente que no haya nunca violentado las leyes de nuestro país.
Screen shot 2012-01-03 at 3.57.18 PMEso si, las paginas de los sitios web de estas organizaciones documentan vehementemente la muerte de los dos normalistas caídos cuando las autoridades intentaron detener la violencia creada los mismos normalistas. Protestan en lo alto.  
Pero de Gonzalo Rivas no dicen nada. Absolutamente nada. Hay un silencio y una omisión hipócrita e irresponsable, una simulación monstruosa. Pues Gonzalo Rivas no tenia derechos humanos en este país, no merece la justicia, no merece la atención ni de Javier Sicilia, ni de ningún otro “líder” de los derechos, pues como no era un vándalo, como era un empleado trabajador.

Ra (1)Y mientras los restos de Gonzalo Rivas son velados, los “normalistas” de Ayotzinapa, legitimados y defendidos con fiereza por la HWR, Javier Sicilia y la CDNH, ya han tomado estaciones de radio y televisión en Guerrero y continúan su fiesta de violencia, sus violaciones a los derechos humanos de ciudadanos comunes y corrientes, y actos de provocación ante la autoridad. 

Ya vamos entendiendo la doble moral y la hipocresía de estas organizaciones.




Con permiso de José Ángel, incorporo esta imagen encontrada por Cuervo de Paco Calderón. Define el asunto a la perfección.